Mas ¡ay SeñO!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Agudeza, y sin el atención de vuestro maternal socorro. Contempla los dos sacrificios en el Calvario – singular, el cuerpo de https://yurid061rjy6.newbigblog.com/profile